miércoles, 20 de agosto de 2008

Sentirse comprendida

No es tan fácil...

Sentirse comprendida no es tan fácil...

Hace un mes aproximadamente, me sentí tan comprendida que hubiese paralizado el tiempo si hubiese gozado del poder para hacerlo. Hubiera permanecido estancada en ese concierto, en plena oscuridad, acurrucada debajo de un arbusto, alejada de los demás. Hubiese detenido el mundo entero para poder disfrutar con un poco más de calma de ese momento en el que un gran amigo me escuchaba, sin decir absolutamente nada, y sus ojos se empañaban más y más a cada segundo.

No hizo falta nada más. No me abrazó. No dijo nada para que me sintiera mejor. No introdujo sutilmente otro tema de conversación. Simplemente me miró a los ojos, profundamente, durante un minuto, escuchando atentamente y dejando fluir las lágrimas que aparecían súbitamente en esas pupilas grandes y profundas que tanto deben haber llorado, por diferentes circunstancias, a lo largo de su joven pero intensa vida...

De pronto, me sentí un poco más libre. Alrededor nuestra, todos bailaban, conversaban, eran felices, totalmente ajenos a ese minuto de empática soledad que mi querido amigo y yo estábamos compartiendo. Miré alrededor y, aunque todos estaban a pocos metros, los percibí lejos, muy lejos, lejísimos, a cientos de años luz de donde nosotros nos hallábamos.

Ese amigo, que no ha tenido una vida fácil, que ha muerto y ha resucitado tantas veces, al que señalan con el dedo por la calle debido a sus pintas de punky, del que se asustan por que en su día fue heroinómano y por este motivo ya no merece otra oportunidad, me comprendió.

Mi noble, sensible y talentoso compañero, me comprendió.

Fue, y así lo recuerdo, uno de los momentos más bonitos de toda mi vida. Quizás por que los elementos que decoraban esa escena transcurrían placenteros e inspiradores... La noche, la Luna, música, una cerveza, una persona a la que adoras desde hace años y una conversación, fluída y espontánea, que termina convirtiéndose en una gran redención que tu alma necesitaba vivir durante unos instantes.







Pero no es tan fácil...







Aunque a veces sucede. Basta quizás con varias horas de charla en una heladería donde los clientes van y vienen y que finalmente se vacía debido al veloz paso del tiempo que uno ni siquiera ha percibido. Basta con un paseo por el Mar Mediterráneo al que te llevan tan sólo cerrando los ojos y respirando ese abrasador aroma a sal que penetra en tus pulmones, cicatrizante y al mismo tiempo, destructor.


Me gustaría que no fuera necesario que nadie me comprendiera, por que no tuvieran motivos para hacerlo. Firmo ya mismo si me garantizan que seré capaz de someterme a la realidad sin plantearme nada más allá. Sin darle tantas vueltas a las cosas, sin retorcerlas tanto que al final acabo descubriendo que han quedado tan arrugadas que, sin remedio alguno y debido a mi torpe mano, ya no son tan bellas como antes.

Firmo ya, en serio, con tal de ser capaz de hacer del conformismo mi manera de vida. Con tal de sentir de otra manera. Con tal de buscarme y encontrarme a la primera, o... ¡qué carajo! con tal de tan ni siquiera buscarme. De aceptar las cosas tal y como son establecidas. De disfrutar del momento sin sombras que lo empañen y que sólo existen en mi tortuosa psique.

Y sin embargo, sé que jamás podré hacerlo. Pero busco la manera, juro que la busco y la necesito de manera enfermiza, la forma de lograr percibir lo que me rodea con una mirada que, lejos de ser esclarecedora, muestre mi entorno, mis pensamientos y mis sensaciones, como algo que sé que no tiene sentido sin que todo ello me angustie y me taladre por dentro.

Seguiré buscando la fórmula mágica para adaptarme a un cosmos anodino, mediocre, asquerosamente real, aunque no prometo encontrarla... Quizás, como mi buena Lauri proclama, seremos nosotras parte de la generación que protagonizará, en un futuro no tan lejano, el próximo anuncio de Aquarius.

3 comentarios:

El pirata de interior dijo...

Juas que bueno. Pero si encontrases esa manera... o si dejases de buscarla... no serías tú.

Un beso sirena

Spirit of dreams dijo...

Pues no es fácil, pero a veces logras sentirte así.
Cuídate, besos y un big abra:
Alma;) (f)
P.D: Por cierto, tienes un regalico en mi blog;)

Laura dijo...

Querida compañera:

Quizá tú no lo sepas pero comprenderte es uno de los actos más trascendentales a los que he podido jamás aspirar, una ratificación del sentido de mi propia existencia. Escuchar tus requiebros mentales, que se parecen tanto a mis propios laberintos pero a la vez se visten de esas pinceladas de ti misma que te hacen tan única y genuina, me justifica, me recuerdan lo que soy y a lo que amo. Nunca podré agradecerte la verdad que con esos momentos regalas a mi vida.Sabes que jamás podrías desvanecerte en la simplicidad de una mente común y unos sentidos adormecidos, confundirte con la mediocridad de un mundo que se mueve por inercia, jamás podrías dejar de brillar un ápice menos de lo que lo haces. Tu mundo se hizo para la complejidad de aquel a quien le otorgaron el don de la creatividad, aunque a veces la verdad o su búsqueda ciegue los ojos de tan intensa.
Te quiero justo por lo que eres. O también por eso.
Mi Crix... mi compañera a lo largo de tantos años: un oasis de lucidez entre la mediocridad de un mundo ciego.